Dependiendo de la severidad de la apnea y de los factores que intervienen en su aparición varía el tipo de tratamiento.
En casos de que se deba a una obstrucción de las vías aéreas por problemas otorrinolaringológicos puede ser necesario realizar alguna intervención quirúrgica para abrir la vía aérea.
En los casos severos donde no existe una obstrucción que se pueda resolver quirúrgicamente o no está indicado, el tratamiento de elección es un dispositivo CPAP, que impulsa una presión positiva continua de oxigeno durante la noche.
La apnea del sueño moderada-leve se puede tratar con éxito con dispositivos de avance mandibular (DAM). Estas férulas se colocan para dormir y ayudan a mantener abiertas las vías respiratorias, haciendo así desaparecer los ronquidos en un gran porcentaje de casos.
Para el correcto diagnóstico del grado de apnea y prescripción del tratamiento correcto contamos siempre con pruebas diagnósticas y la colaboración del neurofisiólogo, neumólogo u otorrino.
Apnea infantil
En niños, la apnea del sueño puede alterar el desarrollo de su crecimiento y provocar alteraciones en su comportamiento que, en muchas ocasiones, se confunden con trastornos de hiperactividad. Son niños que, a veces, también presentan rechinamiento dental como uno de los síntomas de alerta.