Un injerto de encía es una técnica de microcirugía periodontal que se emplea en los casos de recesión gingival, cuando la encía migra por debajo de su posición normal en el límite entre la corona y la raíz, exponiendo la superficie de la raíz del diente.
A la hora de realizar un tratamiento de recuperación de la encía perdida mediante injertos gingivales, lo primero que se debe hacer es controlar los factores que han podido intervenir en esa pérdida gingival en pacientes con una predisposición anatómica a ello. Estos factores de riesgo son la inflamación de las encías, un cepillado muy agresivo, acumulo de sarro en el margen gingival, tratamientos de ortodoncia que fuerzan la posición de la raíz sacándola del proceso óseo, contactos dentales traumáticos…
Hay muchas técnicas quirúrgicas que nos permiten recuperar el tejido gingival perdido, así como distintos materiales para reponerlo. En nuestras clínicas realizamos un estudio detallado de la zona a tratar, para elegir la técnica quirúrgica y los materiales más adecuados para cada caso concreto.
El tratamiento de elección actualmente es obtener la encía del paladar del propio paciente, pero también se pueden utilizar materiales de origen animal, banco humano y materiales sintéticos que pueden sustituir al conectivo del propio paciente y con los que se obtienen también muy buenos resultados.